En ocasión del Año nacional de la comida italiana, hoy vamos a descubrir algunos falsos amigos relacionados con la comida y la cocina.
Seguro que algunos os suenan…
El caso más famoso (seguro que lo conocéis) es el de «burro«, que en italiano significa mantequilla, mientras que el animal correspondiente a la palabra españóla sería «asino«.
Si seguimos con los condimentos, otro de los primeros falsos amigos que aprendemos es «aceto«, que no significa aceite (sería «olio«), sino vinagre.
Esto se debe a la casualidad de que se parezcan tanto dos palabras que nada tienen que ver entre si: el latín «acer» (agrio), término del que procede el italiano aceto, y el árabe «al-zayt», del que procede el español aceite.
Otra palabra que nos puede engañar en las primeras etapas es «caldo«: en italiano existe, es cierto, pero con el significado de caliente; si lo tomamos por ejemplo en forma de sopa, en italiano lo llamaremos «brodo«. Sopa que, por cierto, podemos llamar «zuppa«, pero más comunmente «minestra«, lleve o no lleve verduras.
Pasando a los segundos platos, cuidado con comer gambas: en italiano significa «piernas«; las que se comen son «gamberi» o «gamberetti«. Por otro lado, sí hay quien come «trippa«, que no es la tripa en general sino un buen plato de callos.
Ojo también con la sal y la leche: sale e latte no son propiamente unos falsos amigos, pero tenemos que recordar que en italiano son palabras masculina, por lo tanto diremos IL sale e IL latte.
Y, para terminar, cuidado con algunos objetos indispensables a la hora de comer:
para beber, pedid un «bicchiere» y no un «vaso«: os traerían un jarrón…
Y no os asustéis si os proponen poner en la mesa una tovaglia: no tiene nada que ver con una toalla de baño, es simplemente un mantel (que, por cierto, recuerda a su vez el italiano «mantello«, que significa capa).