Hace un tiempo, refiriéndonos a los adjetivos, aprendimos a comparar elementos – aquí puedes encontrar el post sobre los comparativos.
Su complemento «natural», que aún no habíamos visto, son los superlativos: los vamos a aprender hoy para empezar bien esta última semana de octubre.
Veréis que no hay ninguna complicación: como en español, basta con añadir el sufijo –ISSIMO al adjetivo al que nos referimos.
Veamos enseguida algunos ejemplos:
- Io sono abbastanza alto, ma tu sei altissimo.
- Roma è una città famosissima.
- Gianni Rivera è stato un fortissimo calciatore italiano.
- I giorni di pioggia mi sembrano davvero tristissimi.
¿Os habéis fijado? -issimo en italiano lleva siempre doble «s», ¡recordadlo!
Y, para acabar este tema, nos queda hablar de los superlativos irregulares, que corresponden a los que también existen en español.
Hablo de esos superlativos que no se deberían formar con «-issimo» (aunque su uso está aceptado y se considera correcto), sino que además tienen su forma propia; básicamente son los mismos que ya vimos hablando de los comparativos, con estos ejemplos seguro que os suenan:
Buono -> Ottimo / buonissimo
Cattivo -> Pessimo / cattivissimo
Grande -> Massimo / grandissimo
Piccolo -> Minimo / piccolissimo
Otro superlativos deben su irregularidad a sus orígenes, a su forma latina (se trata de los adjetivos que en latín acaban en -er), por ejemplo:
Acre -> Acerrimo
Celebre -> Celeberrimo
Aspro -> Asperrimo
Integro -> Integerrimo
En estos casos, sólo se admite la forma irregular, no aceptándose el uso del sufijo «-issimo»: