Habéis hecho la compra de la semana y en el supermercado os habéis fijado en esos tarritos de salsa verde llamado pesto… ¿sabíais que es muy fácil de hacer en casa?
Con esta receta, en pocos minutos tendréis en vuestros platos el auténtico pesto genovese, toda una delicia 🙂
Para acabar esta «semana gastronómica», dejo un par de reflexiones sobre la cocina italiana en versión ibérica.
Puedes escuchar este post aquí, enteramente en italiano: Ir a descargar
Vamos allá. Tengo que decir que los peores estropicios los he visto hacer con las pizzas – ese famoso plato cuya «z» saca de quicio a más de uno a la hora de pronunciarla. En un principio aquí en España se respeta, más o menos, en su esencia, pero a veces se combina con ingredientes discutibles, sobre todo en ciertas cadenas o en las versiones congeladas de algunas marcas.
Empezamos con un NO rotundo a:
pizza barbacoa/kebab, pizza con queso en el interior de la masa, y lo peor que la mente humana pueda haber engendrado:
la pizza carbonara!!! ¿Eso qué eeeees?!?
Ah, y la pizza pepperoni… me gustaría saber de dónde salió, ya que en italiano «peperoni» (con una sola «p») quiere decir pimiento; se le pone un nombre que suene a italiano, pero se le echa encima algo que «peperoni» desde luego que no es…
Retomando el tema carbonara, hay que precisar que NO lleva nata, ni la ha llevado jamás. Esa salsita que envuelve la pasta es simplemente huevo batido crudo que se cuece con el contacto con la pasta caliente y al que se le añade queso rallado y panceta.
Seguimos con la pasta, tratando ser breves:
Por mucho que les pese a mis amigos catalanes, los canelones (o «canAlones», bendita fonología que tienen….) no son su plato tradicional, ¡es nuestro!
Y un mensaje personal: lo siento, cariño… la pasta versión «arroz a la cubana» es delito: por favor: ¡deja de echarles huevo frito a los macarrones! Da escalofríos sólo de verlo…
Cuanto a la lasagna tradicional, ¡no se inunda de bechamel!
Simplemente se alterna una capa de esta salsa con otra de tomate o de «boloñesa».
Sí, entre comillas. Porque como dice el título de este post, la boloñesano existe.
No sé quién la inventó, ni por qué, ni qué había bebido antes de hacerlo… El hecho es que si vais Italia y pedís pasta a la boloñesa, no se os entenderá. Lo que sí existe es la salsa «ragù», a base de carne y tomate; una de sus muchas versiones es el «ragù alla bolognese», de ahí probablemente que se haya cambiado el nombre de la receta.
Podemos terminar endulzando la comida con un postre típico… ¿os apetece un tiramisù? Sí, ese rico pastel que tampoco lleva nata (como la carbonara), sino una salsa de huevo y crema mascarpone.
Y para acabar una típica comida italiana, no puede faltar un buen café. Rigurosamente espresso. Es decir, NADA de leche. Bueno, con algo de compasión podemos soportar la vista de alguien tomando un cortado; lo que está totalmente prohibido después de comer es el cappuccino.
Ningún italiano tomaría jamás un cappuccino después de comer… a no ser que se haya españolizado, como yo 🙂
Rellena el diálogo entre el camarero y tú – no hay una sola respuesta correcta, puedes jugar con todas las opciones de comidas que recuerdes y pedir lo que más te apetezca 🙂
C: Buongiorno! Cosa desidera?
T: ………………………! Da bere vorrei un……………………………. . Da mangiare non so… cos’avete nel menù di oggi?
C: Di primo abbiamo lasagna al ragù, penne al pomodoro e gnocchi al pesto.
T: Vorrei ……………………………………………, per favore.
C: Perfetto! Di secondo abbiamo arrosto d’agnello, pesce ai ferri e bistecca di manzo.
T: Un………………………………………………….., per favore.
C: D’accordo! E per finire, tra i dessert abbiamo tiramisù, gelato alla vaniglia e torta casalinga di mele.
T: Facciamo un……………………………………… . E un caffè …………………!
C: Ecco qua! Buon appetito!
Haciendo clic en el reproductor, puedes escuchar el diálogo, con una propuesta de solución: Ir a descargar
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A todo cambio consciente le precede una reflexión. Si queremos ser mejores personas debemos reflexionar sobre lo que acontece en nuestras vidas; los invito a que lo hagan conmigo y que sean ustedes los que le den sentido a cada una de mis reflexiones.